La vida no siempre sale como uno la espera o la proyecta, a menudo gira vertiginosamente y se voltea ante una curva que aparece en el camino sin razón aparente.
Podemos calcular cada pequeño detalle y aun así no lograr divisar esos pequeños cambios que se van gestando cada vez que damos un paso.
Sin embargo cada día que comienza es una oportunidad nueva para comenzar y hacer de la vida algo significativo. Sin importar lo que suceda todo pasa, incluso las noches oscuras que no parecen tener un amanecer.
Mañana será un nuevo día para hacer las cosas mejores de las que las hicimos hoy, pero también un nuevo día para disfrutar de las nuevas bondades que Dios dispone para cada uno de nosotros.