El aire está cansado de insuflar vida, de dar soplos, está saturado de respiración.
El aire se esfuerza boqueando, como un pez fuera del agua, por repartir respiraciones.
Inspirar, espirar...inspirar, expirar...
El aire oye su débil respiración, agónica sumergida, en palabras respiradas.
El aire exhala su último suspiro.
Me quedo sin aire.
Foto: Alfred Kenneally