Caminaba como siempre a mi trabajo una pareja muy feliz salía del hospital cargando con gran alegría a su pequeño, al llegar a casa después del trabajo por la noche me llama mi familia ven tu tío a muerto pero ¿como?, ¡exclamé! pase a verlo está tarde y sonreía como siempre lo hacía.

Al colgar la llamada sentada en mi sofá medite recordando unas palabras que escuche por ahí." Este mundo es un gran puerto dónde unos barcos llegan y otros se van". 

Todos tenemos una fecha de caducidad se muere el pobre, el rico, el millonario, altos, bajos, flacos, gordos blancos, morenos, niños mujeres, hombres, ancianos todos hemos de morir.

Algún día llegará mi turno, y veré de nuevo a mí vieja amiga la muerte.🍂

Para que una obra pueda comenzar es necesario abrir el telón. Por mucho que se haya practicado y estudiado para hacer bien la obra si, alguien no se atreve a abrir el telón, la obrar permanecerá fuera de la visión de todos. Puedes tener muchos talentos y estar capacitado para hacer diversas tareas de forma excepcional. Pero si no te atreves a salir del anonimato y compartir tu actuación con otros, nunca sabrás el alcance que puede llegar a tener y lo que puedes lograr con ello.

Un tesoro brillante y apabullante, dentro del fondo del mar, en la oscuridad del océano, no vale nada, pero si lo sacas de esa oscuridad brillara y tendrá un valor mayor al que puedas imaginar.

Abre el telón para que las personas puedan ver tu obra, cautivarse con ella, alegrarse y descubrir tu tesoro. Así podrás compartirlo y sentirte feliz.

La vida está llena de procesos, de angustias, de alegrías, y de tristezas en la cuál la única alternativa de tocar el fondo es subir; parecerá tonto y absurdo pero es como la renovación del águila en dónde en el momento correcto debe tomar la decisión de morir o renovarse. Y lo primero que ella debe hacer es alzar vuelo a la montaña más alta y quedarse ahí por 150 días, así nosotros debemos tomar fuerzas para volar y refugiarnos por un tiempo. Lo segundo que está ave majestuosa hace es comenzar a  golpear su pico en las rocas hasta desprenderlo, en ocasiones no es sencillo desprenderte de cosas, personas o actitudes que te han acompañado toda una vida, que te han marcado una manera de vivir pero sabes que necesitas golpear para desecharlo. Lo tercero ya cuando el águila tiene un nuevo picó comienza a quitar con él,cada una de sus garras, las garras para el águila son sus anclas, son poderosas armas que le ayudan a alimentarse, si nosotros comenzamos a quitar cada una de nuestras garras viejas en cada garra que quitemos  se irá el miedo, la envidia,la codicia, la angustia, el dolor, el sufrimiento y así nacerán garras de fuerza, de valor, de confianza, de firmeza. Por último la majestuosa ave con su nuevo picó y fuertes garras se despluma quitando una a una sus plumas. Es necesario despojarse una a una aquellas cosas tan dolorosas que tú mismo como persona buscaste, muchas veces no aceptamos que fue nuestro error, y pretendemos buscar el perdón pero olvidamos perdonarnos a nosotros mismos. Una vez terminado este proceso estamos listos para volar de nuevo, y surcar por los cielos en busca de nuevos horizontes y ver nuevos amaneceres.

Ahí estábamos frente a frente como siempre lo quisimos como lo planeamos cuando te fuiste, una larga espera para mí, un cumulo de emociones reprimidas por la distancia,mis ojos se inundaron de lágrimas por la alegría al verte, mis labios querían besarte, mis brazos abrazarte y tú solo mirabas mi aflicción. Con una sonrisa te acercaste a mi dijiste ya no llores, estoy aquí, me abrazarte y pude sentir de nuevo el calor de tus brazos, el palpitar de tu corazón al ritmo del mío, mis piernas temblaban mi corazón estallaba de emoción diciendo con mis ojos lo mucho que te extrañé, te acercaste más y con con un susurró dijiste a mi oído las palabras que jamás imaginé escuchar " no llores por qué yo no tuve tiempo para extrañarte" y te fuiste sin mirar atrás... 

La sonrisa, máscara perfecta para ocultar imperfecciones.

La sonrisa, ocasión perfecta para llorar sin explicar la razón.

La sonrisa, consigue grandes cosas pero tambien oculta problemas y desilución. 

Cómo un lobo que cuida de su manada fielmente voy protegiendo a los demás pero mi otro YO sé pregunta y ¿Quién te proteje a ti?; tonta vas por la vida dando todo por los demás y tú ¿qué obtienes? solo desilución, dolor, amargura e insultos y aún así sonríes diciendo no te preocupes yo lo haré. Te pisotean cuál chicle usado y aún así no paras de ayudar al que te daño, al que te insulto, al que no estuvo para ti cuando lo necesitaste. ¡Calla! le dije, si bien hay seres humanos que son como los camarones que traen la mierda cerca del cerebro hay que aprender a vivir en paz con uno mismo, pues la paz mental es difícil de encontrar escasa pero se puede hallar cada vez que conviertas tus desiluciones en fuerza, acompañada de una bella sonrisa...

Cuando me veas en silencio es por qué estoy molesta o triste, odio los abrazos, soy muy observadora no dejando de lado hasta el más mínimo detalle, tengo una concha dura pero soy blanda como una ostra, me encanta la lluvia y amo el café, mi mejor compañía es la soledad y mi mejor canción las letras y palabras que se forman en las páginas de un buen libro, odio las mentiras y las excusas, insisto cuando no quiero rendirme pero cuando tomó la decisión de marcharme no regreso y por último me amo por todo lo superado en silencio y a solas...

Razones

Esa noche ella estaba ahí, conmigo, como solía hacerlo de vez en cuando; mirándome fijamente mientras de mi parte me servía otro trago y ponía algo de música para romper el “hielo”. — ¿Qué más quieres de mí? ¿Por qué no te vas de una maldita vez? —le pregunté. —Perdón, no quise ser grosero, y sabes que jamás te he faltado al respeto. Pero simplemente me molesta que te aparezcas así como si nada… Yo sé, me vas a salir con el cuento de que no puedes estar sin mí, ¿y sabes una cosa? No te culpo, a mí también me pasa lo mismo porque yo tampoco me resigno a estar sin ti; es por eso que me frustro, porque sé que lo nuestro algún día pudo ser, pero ahora es demasiado tarde para eso. ¡Carajo! Si tuvimos nuestro tiempo, nuestra oportunidad y a decir verdad no sé si fue cobardía de mi parte o de la tuya. Pero cada quien tomó su decisión y hay cosas que son difíciles de cambiar a estas alturas de la vida; de hecho, a lo mejor ya no tendría sentido intentar, o hacer algo al respecto. Vete por favor, no sigas con esto, ¿acaso no ves que me haces daño? …

¿Sabes? Hay cosas que no te he dicho nunca, y no pienso guardarme nada ahora que estás aquí. ¿Quieres una cerveza?... ¿No?... Está bien, más habrá para mí — le dije mientras yo me dirigía a la cocina y ella seguía ahí, inerte, esperando escuchar lo que nunca le dije. —¿Sabes? Te he odiado tanto, tal vez de la misma manera que te he amado tanto durante tantos años que tenemos de conocernos… Pero seamos claros, nunca he tenido dudas de que me amaste de verdad; y no porque me lo hubieras dicho cientos de veces, porque decir “te amo” es fácil; eso lo dice cualquiera…, no, en tu caso no puedo acusarte de algo que no sintieras, porque cada beso que me diste, cada caricia, cada entrega que tuvimos sé que fue de verdad, de lo contrario no me hubieras seguido buscando, de lo contrario no hubiéramos seguido viéndonos a escondidas… No eres feliz, ¿verdad? Perdón, qué pregunta tan estúpida acabo de hacer, si obvio es que a su lado nunca lo fuiste, de lo contrario no hubiéramos pasado tantos momentos juntos, tantos planes que repetimos una y otra vez. Y lo peor de todo es que me los creí, me los tragué como un estúpido y eso me molesta, porque me ilusioné; por un momento en mi mente pensé que pasaríamos el resto de nuestra vida juntos, ¿y qué hiciste? Te valí una mierda y te fuiste con él. ¿Qué fue? ¿Seguridad económica? ¿Miedo? ¿Desconfianza? ¡No te quedes callada y dime por una puta vez qué fue! Porque yo no merecía esto, no merecía ser el maldito tiempo que te quedara libre y hacer de mí tu puta diversión mientras yo moría con planes, con sueños e ilusiones que muy en el fondo sabía que no se harían realidad, pero que muy dentro de mí, creí estúpidamente que serías capaz de dejar todo por mí; así como yo lo hice por ti… Y no es justo, ¿sabes? No lo fue…

“—Lárgate, desaparece de mi vida por favor, no quiero saber más de ti —le dije tranquilamente mientras le daba otro trago a mi cerveza… Pero no se fue; de hecho ni se inmutó, seguía allí…, en mis pensamientos”

—Cuauhkowski—

Querer a las personas es difícil cuando están bajo el manto de las condiciones y las expectativas. Es difícil cuando ese querer va alineado a la interminable lista de peticiones que ejecuta nuestra mente y corazón para dar cariño y amor.

Querer a las personas es difícil cuando nuestra intención es domarla y encerrarla en la jaula de nuestras idealizaciones. Cuando solo nos enfocamos en lo que queremos de las personas en un nivel de conveniencia no podemos amarlos o quererlos por lo que realmente son y por lo que realmente llegaron a nuestra vida.

Pesada se torna cualquier relación cuando se necesitan demasiadas cosas para dar afecto; cuando los besos solo se dan cuando hay regalos o sorpresas de por medio y no solo por el placer de hacerlo… 

Querer a las personas con libertad y sin aprisionamientos hace más fácil las relaciones de cualquier índole. Ya lo decía Julio Cortazar: «Querer a las personas como se quiere a un gato, con su carácter y su independencia, sin intentar domarlo, sin intentar cambiarlo, dejarlo que se acerque cuando quiera, siendo feliz con su felicidad.»

Querer a las personas es más fácil cuando dejamos a un lado las ensoñaciones de personas perfectas y estereotipos que se ajusten a nuestros ideales y convicciones. A lo que creemos que es mejor y correcto. 

Cuando empezamos a querer en lugar de buscar razones para hacerlo es más fácil querer…

La vida no siempre sale como uno la espera o la proyecta, a menudo gira vertiginosamente y se voltea ante una curva que aparece en el camino sin razón aparente.

Podemos calcular cada pequeño detalle y aun así no lograr divisar esos pequeños cambios  que se van gestando cada vez que damos un paso.

Sin embargo cada día que comienza es una oportunidad nueva para comenzar y hacer de la vida algo significativo. Sin importar lo que suceda todo pasa, incluso las noches oscuras que no parecen tener un amanecer.

Mañana será un nuevo día para hacer las cosas mejores de las que las hicimos hoy, pero también un nuevo día para disfrutar de las nuevas bondades que Dios dispone para cada uno de nosotros.