Historias de HOTEL II
Ambos estaban en la ciudad por trabajo. Él era periodista experto en juicios; ella era abogada. Aunque la vista estaba prevista para el lunes, nuestros protagonistas se encontraban en la recepción del hotel para disfrutar del fin de semana juntos, pues no en vano eran matrimonio.
Tras la confirmación de la reserva, subieron a la habitación y se prestaron a disfrutar de un día de sol en la playa. Ella se puso su bikini amarillo que destacaba su bronceado. El se vistió su bañador hasta la rodilla y se tumbaron en el arenal a tostar sus esbeltos cuerpos.
Tras la sesión de playa, subieron a la habitación a darse una relajante ducha. Las curvas de infarto de ella, su pelo rubio, sus pechos redondos, eran remojados por el chorro de agua que manaba, mientras él, con su musculoso torso y su miembro erecto se disponía a entrar en el olimpo de la pasión.
Una cena romántica en el restaurante del hotel seria el preludio de una noche mágica, que acompañado del descanso dominical, les permitiría afrontar el inicio de la siguiente semana con energias renovadas.