Jue03Ago202320:42
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Autor: Cuauhtémoc Ponce
Género: Microrrelato

Protocolos

Protocolos

—Yo no sabía nada, todo fue una broma— le dije al agente de la policía en París.

—Cuéntame, ¿cómo fue que pasó? — me preguntó.

—Llegué al aeropuerto a las diez de la mañana, y al acercarme al mostrador a documentar mi equipaje, una chica muy atractiva me preguntó cuál era mi destino, y yo respondí que viajaba a Israel. —¿Solventes? ¿Armas? ¿Algún líquido inflamable? — me preguntó, como saben hacerlo en todas las aerolíneas.

—Traigo una bomba en mi equipaje— Respondí con tono sarcástico y con una sonrisa.

Ella puso una expresión entre desagrado y severidad; eso no lo puedo negar, para después decirme, —señor, lo siento mucho, pero por las reglas tienen un límite. Usted no puede hacer un comentario de esa magnitud, así que por protocolo, tengo que llamar a seguridad— me contestó la joven mientras llamaba por radio y me veía de una manera un poco desagradable.

—Señorita, es una broma, ¿usted cree que voy a traer una bomba en la maleta? ¿Y aparte de todo decírselo? —le pregunté, pero ella no hizo caso y llamó a la seguridad aeroportuaria. Cinco minutos después, estaba rodeado de policías: dos de ellos apuntándome con sus respectivas armas mientras yo levantaba las manos. —¡Tírate al piso! — me gritó uno de ellos, al mismo tiempo que yo obedecía e intentaba explicarles que todo era una confusión, y que lo que pronuncié no era más que una broma de mal gusto…  Después no queda mucho por contar, me llevaron a los separos, abrieron mi equipaje mientras otro guardia me exigía que me desnudara por completo. Realmente me trataron como a un verdadero terrorista— le dije al oficial, mientras él salía de la sala de interrogatorios.

“Fui realmente un imbécil, y todo por un simple comentario. Por una estúpida broma había perdido el vuelo y prácticamente mi dignidad”, pensaba mientras pasaban las horas dentro de ese lugar…

En fin, si bien estaba pasando por un mal momento, en el fondo mi consciencia estaba tranquila, porque esto no era más que un simple protocolo de seguridad que dentro de poco estaría solucionado… Qué equivocado estaba, lo supe cuando regresó el mismo agente, pero de una manera más agresiva:

—¡No me quieras ver la cara de estúpido! ¿Quién trabaja contigo? ¿Por qué te entregaste? ¿Qué ganaste con esto? — me preguntó furioso, mientras yo no sabía cómo reaccionar… Una pesadilla daba comienzo para mí, el vuelo 8861, con destino a Israel explotó a las 13:30 horas con ciento cincuenta y tres vidas a bordo, por una bomba que fue detonada en pleno vuelo. Lo peor de todo, es que hasta este momento, yo soy el único sospechoso.

© Cuauhtémoc Ponce.  

3 valoraciones

5 de 5 estrellas
hace 1 año
Comentario:

Excelente! 

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hace 1 año
Comentario:

Me encantó. Me sorprendió el final.

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samir karimo
Jurado Popular
  • 201
  • 27
hace 1 año
Comentario:

como siempre, magistral 

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