Estaba en la cornisa aferrado a la vida frente al terror del vacio, cerraba los ojos y más veía, mil imágenes en un segundo. Tenía razones para creer que todo había sido solo una fantasía, un sueño..., pensó, la libertad así no existe, acaso soy simplemente una de las figuras de carton del juego de quién sabe que, existimos por nosotros mismos en realidad?.
Demasiados interrogantes para tan poco tiempo, fueron segundos o tal vez no, quién determina la duración de un momento?.
A veces la letanía se conjuga con el hartazgo, desoyó los gritos desesperados y eligió ser libre.