ENCUENTRO FURTIVO
Pastaba mansamente, su negro pelaje brillaba ante el sol radiante en un verde prado, de pronto alzó sus orejas todo su cuerpo se mostró muy atento; allá a lo lejos se divisó su hermosa figura que se acercaba a paso firme. Con cautela se le acercó y comenzó a rodearla, ella se mantenía expectante con su mano delantera levemente alzada.
Sus cabezas se cruzaron y pareció que él le hacía un mimo, pero antes que ella contestara él se alejó del lugar tan rápidamente como había llegado.
Todo volvió a la normalidad, ella siguió pastando mansamente en el verde prado.