Puja
En la puja de poder
quien quiera, y pueda,
obligación afuera,
impone las reglas.
Si no está de acuerdo, no lleve.
Quédese con las ganas si no puede.
Tiene total libertad de acción,
tomar o dejar es su decisión.
Cederá quien menos recursos tenga,
pues para el fuerte perder no es una opción;
cuando lo que prima es imponer condición
no es más que farsa entablar negociación.
En la puja, ceder es perder.
Cuando es gigante el poder no aplica la razón,
no dará marcha atrás sin establecer dominación;
dejando bien en claro quien decide la situación.
Hay quienes apuestan al ingenio como método,
vencer al músculo recurriendo al intelecto;
es solo un obstáculo, una batalla en la guerra,
tarde o temprano, la fuerza es la que impera.
El poder no cede hasta tanto satisfecho,
ver humillado al oponente, suplicando favor,
es suficiente motivación, cuando el triunfo es un hecho;
vale más la sumisión, que todo el oro bajo un techo.
Puede parecer perverso, inhumano, inaceptable
¿Injusto? Vaya y reclame donde le quepa en forma;
nadie le oirá sin anteponer sus intereses a la coma,
al débil solo le queda conformarse con lo que sobra.
No existe lo justo en toda la naturaleza
el león se sirve de la presa a gusto y placer,
la planta usa a la abeja para reproducirse y florecer
la garrapata al perro, le chupa la sangre aun sin sed.
¿Quién decide lo justo? ¿Dónde radica el límite?
Se organiza el convite para manifestar intenciones,
pero bien saben la partes que ya están las decisiones
tomadas mucho antes de iniciar conversaciones.
Ni siquiera es por dinero ¡Es por poder!
definir la época , poner el sello,
decidir el destino del resto.
Acaso quien pueda ¿no va a querer?
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