Rotos
A pesar de la adversidad y el dolor, ahí van los rotos;
los apartados de la dicha, la buena suerte;
esos a quienes los planes les han fallado
y sus presentes ni se acercan al futuro antes pensado.
Los que invadidos por un sueño, proyectaron un camino
pero quizás, por obra del destino; tal vez por malas decisiones,
se les acumularon las contras a montones y los tapó un charco.
Esos que pidieron ser salvados y nadie acudió a rescatarlos.
Los que apuestan todo a dar el golpe de gracia;
los que hacen acrobacias para no caerse y seguir andando,
con la herida sangrando e inventándose esperanzas;
con el reloj en reversa retumbando su tic tac en la cabeza.
Los que sin motivo aparente se levantan de sus camas;
cada mañana; para bañarse, afeitarse, peinarse,
ponerse la gala diaria y salir a la calle;
buscando exprimirle a la vida un gesto que les ilumine el alma.
Son peleadores natos, guerreros testarudos;
seres humanos en estado puro, aferrados a la vida;
comprometidos luchadores de sangre caliente fervorosa
que no saben de otra más que intentar e intentar.
Los rotos, quebrados, incomprendidos; hambrientos de ventura;
soldados de la inventiva, creativos por naturaleza,
portadores de certezas que anhelan prosperar,
propagadores de ilusiones que nadie quiere abrazar.
Se van desarmando a cada paso pero no detienen la marcha;
ignoran los estigmas de la crucifixión social.
Los define un enorme espíritu inquebrantable;
están hechos de un coraje que no tiene igual.
Les admiro la capacidad de reinventarse,
juntar parte por parte y volverse a armar;
alistarse, al amanecer, en el frente de batalla,
tantas veces sean necesarias para triunfar.
Rotos y remendados. Héroes cotidianos.
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- Género: Poesía
Rotos
Señor Brunini, al leer tu texto pienso en que todos los escritores somos de esos rotos. Cada día nos aplicamos a juntar las letras que nos traigan el reconocimiento, no pensamos en el fracaso, cada historia escrita es un triunfo que tal vez nos acerque a lo deseado.
Al caer la noche, en nuestro solitario rincón, madurando nuestro siguiente embate contra la indiferencia.
Te mando n abrazo, amigo.