Sin miedo a sentir
te digo que te quiero,
que la vida te quita y te da
y no hay tiempo para el olvido
pues tu recuerdo es tu mayor legado.
Sin miedo a abrir mi corazón
te digo que te extraño,
que respeto tu decisión
mas no la comparto
pues sin adiós no es despedida;
(no sé si es mi consuelo o mi engaño).
Sin miedo a verbalizarlo,
te digo que no hay rencor en ningún rincón,
que cada espacio vacío huele a ti
y que mantengo tu dulce aroma a buen recaudo.
Sin miedo te escribo y te leo,
como aquel día que cambiaste mi vida,
con la magia de tus letras
y la divina locura de tus relatos.
Fran Márquez