Siglos habrán de crepitar y morir sobre sí
cubriendo con polvo de eones dificultades
como las que hoy nos afligen. Pero en nuestra fugacidad son apropiadas las dos posibilidades de registro que oscilan
sobre la faz pronta al exilio
pues contamos así con una chance
para descifrar enigmas
y con lágrimas suficientes
para lamentarnos