Jue07Sep202320:16
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Autor: Cuauhtémoc Ponce
Género: Cuento

El suicida

El suicida

Cuando el “mediador” de la policía llegó al lugar de los hechos, la situación parecía haber salido de una película de Hollywood: patrullas, francotiradores en los techos, bomberos y paramédicos ya estaban en el lugar.  —¿Cuál es la situación? — preguntó al jefe de las fuerzas especiales. 

—Un posible suicida: armado, tal vez una Glock 45 calibre 9mm; masculino, aproximadamente cuarenta años, caucásico: amenaza con quitarse la vida o arrebatársela a quien intente detenerlo.

—¿Alguna petición en especial? ¿Alguna exigencia?

—Hasta el momento no, de hecho, no ha querido hablar con nadie.

—Bien, intentaré hablar con él; por el momento pídale a sus hombres que bajen sus armas y apaguen las sirenas, hacer tremendo show pone nervioso a cualquiera. Ah, y una cosa más, no quiero ver a la prensa en menos de cien metros a la redonda, y saquen a ese maldito helicóptero de mi vista —ordenó el “mediador”, mientras se quitaba el chaleco antibalas, y desenfundaba su arma para dejarla en el auto, para después levantar sus manos, y lentamente caminar al lugar donde se encontraba el posible suicida.

—Tranquilo, amigo. Mi nombre es George, no traigo armas ni protección alguna; tampoco pretendo hacerte daño, sólo quiero charlar un poco — le dijo al suicida que lo veía con ojos de desconfianza. —Vamos, esto no debe terminar así, no sé qué hayas hecho, ni cuál sea la razón por la que estés haciendo esto, pero te aseguro que todo tiene solución, aunque a veces no lo parezca.  ¿Cómo te llamas?

Después de unos segundos de silencio, el hombre contestó —Terry, mis amigos me dicen Terry.

—Bien, Terry, ahora sólo quiero que esto termine bien para todos; si no quieres no sueltes el arma, pero al menos quítala de tu cabeza.

—¡No! ¡No se me acerque! ¡Mi muerte es inevitable! ¡Váyase que no quiero hacerle daño a nadie! —contestó llorando.

—Yo sé que no quieres hacerle daño a nadie, te ves buena persona, es por eso que te pido que me escuches un momento. Vamos a hacer algo, voy a retirar a la policía para que te sientas más tranquilo, ¿vale? — le preguntó, mientras se daba la vuelta para dirigirse a los equipos especiales; pero ya no hubo tiempo de nada, un disparo se accionó, cumpliendo el suicida su cometido, volándose los sesos.

—¿Se encuentra usted bien, señor? — preguntó un miembro de la policía al mediador que estaba arrodillado al lado del cadáver.

—¡No! Maldita sea, no me encuentro bien.

—Señor, no fue su culpa, usted hizo todo lo posible, pero a veces, el que se quiere quitar la vida, es inevitable detenerlo.

—No me está entendiendo, sargento, este hombre no se quitó la vida, lo acaban de asesinar, ¿acaso no ve que la pistola es de juguete?

© Cuauhtémoc Ponce.

3 valoraciones

5 de 5 estrellas
Cris Morell Burgalat
Jurado Popular
  • 141
  • 11
hace 1 año
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samir karimo
Jurado Popular
  • 201
  • 27
hace 1 año
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Álvaro Díaz
Jurado Popular
  • 64
  • 32
hace 1 año
Comentario:

Muy bueno. ¡Con el final inesperado que te caracteriza!

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