La Receta
- - Aja, ¿Qué más? – interrogó la mujer sin levantar la vista del papel donde tomaba notas.
La niña continuó su explicación sin dejar de peinar la muñeca
- - Luego mezclas todo a unas 200 rpm durante 3 minutos –
- - …200 rpm durante 3 minutos…- repitió tontamente la madre.
- - Si, con mucho cuidado de no salpicar nada – aclaro la niña, muy seria, aquello era muy importante.
- - Muy bien – afirmó mientras tomaba nota
- - y después dejas descansar otros 3 minutos – agrego la pequeña
- - anotado –
- - Después de eso, con mucho cuidado, lo llevas al horno a fuego moderado, no más de 400 K, durante 5 minutos. Mucho cuidado con no pasarse –
- - ¿Por qué? ¿Qué pasa si se pasa? –
- - Se quema mamá –
- - Ahh – fue la obvia respuesta
- - Una vez cocinada la mescla es necesario ponerla a reposar en un lugar fresco y oscuro, por unos 2.000 años –
- - ¡Dos mil años! –
- - Si mamá, no son tantos, ya te dije que los años de los Carupitos son muy chiquitos –
- - Bueno, si tú lo dices… – aceptó la madre - ¿y después, que se hace? –
- - No sé mamá el cocinero se fue sin decirme que pasaría –
- - ¿Cómo que se fue? –
- - Si, subió a su “pato” volador y se fue –
- - ¿Y donde esta “descansando” el cocido este? –
- - Bajo la cama má ¿Dónde más? -
Sin decir más la mujer se levanto de la silla, caminó hacia la cama donde estaba sentada su hija y miro bajo ella.
Lo que fuera “el cocido” estaba ahí, en un lugar fresco y oscuro, como dijera el cocinero…latiendo suavemente, emitiendo una tenue luz azulada en cada palpitación…¿Qué saldría de ahí?
- - ¿Y cuanto le falta? –
- - No sé mamá, aun no aprendí a contar – se encogió de hombros y dándole la espalda se puso a conversar con la muñeca, que al parecer, la conocía mejor y no hacía preguntas tontas que ella no podía contestar.
Mientras la madre continuaba ahí, de rodillas, mirando bajo la cama el extraño palpitar azulado…
© Omar R. La Rosa
#ytusrelatos
Libros y novelas en Amazon y Google Play (libros) buscando con el nombre del autor