Demencia navideña
El árbol me miraba con intensidad desde la distancia. Era de noche. Se podía palpar el frío en el ambiente. Caminé hasta el centro de la plaza y levanté mi mirada hacia el enorme árbol, adornado y luminoso, que decoraba ese año la noche de Navidad.
Intentaba escapar a la horda de dogflautas que habían sido resucitados por árboles caníbales anhelantes de sangre.
Mucho tiempo hace en este sitio una lucha demoniaca demencial entre zombiros e iblisias dio origen a un árbol de la vida que según el íntimo atendería a los deseos de la gente. Lo que no sabía era que había creaturas infernales cuidándolo.
Los dogflautas, ¡sí! dogflautas, perros humanoides licántropos, que tocaban flautas y zombificaban a los árboles animándolos a comer sus raíces y seducir a ecochicas. Es más, estos árboles no eran normales sino del planeta navidate que fue invadido por una horda de aguafiesteros que hicieron rehenes la corteza de la esperanza.
El árbol no me miraba sino casi me quería hacer un sacrificio a alguna deidad terrícola igual que las pelis de holocausto caníbal, tragando mitad de mi cerebro de oro y poniendo algo por mi trasero….
La demencia no terminaba aquí, en este recorrido temporal di con gnomos trolls que descuartizaron mi cerebro rellenando de maldad, y me hicieron tragar corteza de ese árbol que se utilizaba como vitamina sexual y ayudaba a tener relaciones interarbolares la noche buena…
Sin mi cerebro, por un lado, hueco por dentro , ya no sé que estoy escribiendo ahora, lo único que tengo que hacer es alcanzar este árbol, pero sí, había árboles bailando y comiendo los sesos de humanos rellenando su cuerpos con una sustancia virulenta para arborizar la humanidad….
Todo esto en un solo día….
Caminaba perdido por la ciudad, no era un pueblo normal sino raro. Veía que algo no cuadraba. Tenía entendido que este árbol abeteño era un portal interdimensional que se había abierto y descompensado el equilibrio cósmico, y todo esto tenía que pasar en navidades, nadal,… ya estaba hasta los mismísimos de estos villancicos pero para más inri un grupo de árboles zombis salidos de los cementerios invadieron nuestra dimensión: ¡qué deciros! Estos zómboles, árboles zombis tenían relaciones con seres humanos en todas las posiciones posibles… en una de ellas inseminaban nuestras mujeres con su látex para crear el árbol navideño perfecto. Imaginaos que es una rama entrar dentro del cuerpo de alguien igual que un vibrador y en cuanto se agitaban los dos igual que una licuadora lucir un árbol humanoide navideño hablante que comía seres humanos, los que se portaban mal a lo largo del año…
Lo que veo es aún más aterrador, el árbol se quita su corteza, se corta sus venas arbolares y echa el líquido aguafiestero en una muchedumbre corrompida por la podredumbre consumista egocéntrica….
Raudales de gritos y dolor esparcidos por la ciudad, pero nadie se había enterado que esto ocurrí a los demonios navideños….
Entonces para terminar con esta locura solo había una manera….tener relaciones ecológicas con la mejor ecologista del planeta y extraer su fluido vaginal o semental y crear dicha pócima y esparcirla por los senos de las hembras arboles y derretir árboles abetos con una hoguera que limpiara la vanidad humana, pero esto sólo sería posible si me fusionara con este árbol….
Sólo así los ángeles del infierno no podrían fusionar los mundos angelicales infernales zombíricos…. Y crear el apocalipsis navideño…