Había infinitud de personas haciendo cola ante una mesa, más bien pequeña, con un hombre, más bien grande, tomando nota en un papel enorme que desbordaba por los contornos de la mesa. El hombre con voz vocinglera dirigía el cotarro.
- El siguiente, dígame ¿Cuánto amor tiene Ud.?
- Bueno yo tengo solo uno…o para uno
- No pasa nada respondió. El vocinglero anotó en el papel. El siguiente¡, gritó a voces.
- Yo tengo tres o cuatro…si rebusco bien puedo encontrar que tengo para cinco amores, incluso...
- Vale vale… busque bien si encuentra más vuelva por aquí. Rápido el siguiente, ¿y Ud.?
- Yo tengo amor infinito.
El hombre por primera vez levantó la vista… y dijo "si-la-bi-zan-do":
- Va-ya, va-ya … esto sí que es extraño. ¿Y lo quiere compartir? ¿ Está seguro? Ud. lleva mucho guardándolo.
- Tengo infinitud de amor para muchos amores y quiero compartirlo, en efecto. Estoy totalmente seguro.
El vociferador de amor, vacilante le respondió:
- pues… me temo tendrá que esperar porque tengo que consultar, la gente suele tener un amor, dos, tres... jamás en la historia nos habíamos encontrado un caso como este. … tener infinitud de amor para infinidad de amores esto es… por lo pronto, desconcertante y nada normal.
- Entonces Ud.es conocedor que posee todos los amores… los carnales, pasionales, platónicos, fraternales, posesivos, imposibles, destructivos, cósmicos, eróticos, amistosos, egoístas, lúdicos, maniáticos, realistas, desinteresados, comprometidos, caprichosos…en fin…
El voceador reclamó la atención a todos los allá presentes y les dijo:
- Esta persona va a compartir su amor infinito…pónganse todos en fila, de uno en uno lo abrazan y luego dejan paso al siguiente. La última persona de la fila que lo entierre.